Cuando llegamos a un sitio nuevo, nos tranquiliza tener un anfitrión. Alguien que nos lleve de la mano. Que nos ayude a la hora de orientarnos en ese lugar que nos resulta desconocido. Que nos ayuda a familiarizarnos con el entorno. Alguien que facilita nuestra integración y que nos presenta a nuevas personas y nos ayuda a establecer conexiones. Si además nos ponemos en el lugar de alguien que tiene menos de 80 centímetros de altura y con poca experiencia en la vida, esa ayuda se agradece más si cabe.
Es la labor de los Ikasle laguntzaileak (alumnos-as anfitriones). Se trata de estudiantes en su mayoría de 4º de ESO, que acompañan durante todo el curso a los más txikis hasta la gela. Algo que ayuda y que tranquiliza a aita y ama. Sabemos que a veces dejarles en el autobús puede generar cierta inquietud, pero están en buenas manos y poco a poco, se hacen al lugar y a las personas.
Su referente en el autobús se convierte en un guía confiable, brinda seguridad y contribuye al cálido ambiente que queremos crear en la ikastola. Algo que proporciona un apoyo importante a los txikis cuando llegan a la ikastola y valores de responsabilidad y empatía en los “laguntzaile”-s.