Hoy queremos compartir un video sobre un pequeño erizo que, sin querer, lastima a quienes lo rodean con sus púas. Sin embargo, sus amigos-as encuentran una manera ingeniosa de cubrir sus púas para poder seguir siendo amigos-as sin hacerse daño, comprendiendo que el erizo no lo hace intencionadamente.
Queremos aprovechar para reflexionar respecto a nuestros hijos-as, especialmente si están en plena adolescencia. A veces pueden lastimarnos con sus comentarios o actitudes o a veces puede que nosotros-as lo hagamos con ellos o ellas. Sin embargo, es importante recordar que muchas veces no lo hacen con intención de herirnos. Es parte de su evolución y desarrollo cerebral: su parte racional aún está en proceso de desarrollo, mientras que su parte emocional está en plena efervescencia. A nosotros-as como adultos-as también nos puede pasar, que hiramos a ellos-as o a otras personas sin pretenderlo.
Las reacciones de los adolescentes hacia nosotros-as, como madre o padre no son personales, podemos decir que son cerebrales. Son reflejo de su propio crecimiento y de los cambios internos que están experimentando. Al entender esto, podemos encontrar maneras de “cubrir sus púas” y ayudarles en su camino, sin dejar que sus comportamientos nos lastimen en lo personal y sin que por ello se vea afectada nuestra relación.
Es fundamental brindarles apoyo, comprensión y cariño, recordando siempre que, están aprendiendo a manejar sus emociones y su relación con el mundo. Al igual que los amigos-as del erizo, podemos encontrar maneras creativas y amorosas para seguir siendo una parte importante de sus vidas sin que los momentos difíciles nos hagan daño. Aurrera!