💛 Sabemos que se os encoge el corazón cuando dejáis a vuestra hija o hijo en la ikastola y se queda llorando. Es inevitable sentir dudas, incluso culpa. Pero queremos deciros algo: lo que sentís es normal… y lo que sienten ellas y ellos también.
Al igual que a nosotras y nosotros, a las niñas y los niños también les cuesta enfrentarse a lo nuevo. La adaptación no siempre es sencilla, pero sí es necesaria y saludable. El llanto no significa que lo estemos haciendo mal, sino que existe un lazo fuerte y que, poco a poco, están aprendiendo a confiar en otro espacio y en nuevas personas.
Con el paso de los días, esa tristeza se transforma en confianza. Vuestro hijo o hija descubrirá que la ikastola también es un lugar seguro, donde encontrará cariño, acompañamiento y experiencias que le harán crecer. Y lo más bonito es que llegará un momento en el que, sin apenas daros cuenta, os regalará una sonrisa al entrar por la puerta.
Queremos recordaros algo importante: no estáis solas ni solos en este proceso. Estamos aquí para acompañaros a vosotras y a vuestros txikis en este camino de adaptación, con paciencia, empatía y mucho mimo.
Cada lágrima de hoy es la semilla de la seguridad de mañana 🌱.







