Esperamos que hayáis disfrutado de unas buenas Navidades en familia. Ahora, toca sumergimos de nuevo en la rutina y comenzar el año con buen pie. Suele ser una época en la que nos fijamos nuevos retos y objetivos. Y es así tanto para nuestros hijos-as como para los adultos-as. Es el momento perfecto para reflexionar sobre lo que queremos lograr y cómo podemos inspirar a nuestros hijos e hijas, porque sí, aunque a veces parezca que nos hacen menos caso de lo que queremos, siempre somos su modelo de referencia.
Podemos inspirarles al ver cómo nos marcamos también nuestros propios objetivos, cómo también nosotros-as, nos seguimos enfrentando a nuestro desarrollo personal y que aunque vayamos sumando años, siempre tenemos cosas que aprender y dificultades que superar.
Podemos mostrarles que siempre hay sueños que perseguir y por los que merece la pena luchar. Nos toca ser el ejemplo de que la posibilidad de alcanzarlos no depende de la suerte, sino del trabajo constante en el día a día. Sin pretender alcanzar la perfección cada día, pero con un planteamiento de esfuerzo que sostenido en el tiempo genere o al menos nos acerque a los resultados que nos gustaría tener de aquí a un tiempo. Y que cuando hagamos balance del 2024, podamos demostrarles la importancia de celebrar los logros y estar contentos-as al echar la vista atrás.
¡Que este 2024 sea un año de retos superados, amor compartido y crecimiento constante para cada uno de vosotros-as. Aurrera!