Durante el pasado puente, estudiantes de 1º de Bachillerato de Lauaxeta Ikastola han participado en una experiencia única de aprendizaje y memoria histórica junto a estudiantes franceses y alemanes. Este proyecto internacional, enmarcado dentro del programa Erasmus+, tiene como objetivo recuperar y rendir homenaje a la música compuesta en campos de concentración, como símbolo de resistencia y creatividad en medio de la barbarie.
En esta primera fase del proyecto, los y las estudiantes han tenido la oportunidad de visitar Gernika, símbolo universal del horror de la guerra, y el campo de concentración de Gurs, ubicado en Maule (Francia).
El campo de Gurs: el campo de los vascos
El campo de Gurs, conocido también como “el campo de los vascos”, fue uno de los principales campos de internamiento en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Allí fueron enviados miles de refugiados, entre ellos un elevado número de vascos y vascas que huían de la Guerra Civil. A pesar de las duras condiciones, muchos encontraron en el arte y la música una forma de preservar su dignidad y humanidad frente a las atrocidades vividas.
En este viaje, los estudiantes pudieron escuchar testimonios reales, caminar por los restos del campo y sentir la fuerza de quienes, incluso tras las alambradas, se aferraron a la belleza como acto de resistencia. Las melodías compuestas en Gurs volverán a sonar, como homenaje a aquellas voces que nunca se apagaron del todo.
Segunda fase: Alemania, octubre de 2025
La segunda parte del proyecto se desarrollará en octubre, cuando el grupo visitará campos de concentración en Alemania. Allí seguirán explorando la capacidad creativa del ser humano incluso en los contextos más extremos, con el foco puesto en la música como lenguaje universal de esperanza.
Este inspirador proyecto nace bajo el liderazgo de Lauaxeta Ikastola y el tenor Gorka Robles Alegría, cooperativista y padre del centro, cuya implicación ha sido clave para llevar a cabo esta iniciativa que conecta historia, arte y memoria viva.